Milei, el presidente más honesto de la historia: aseguró que no volverá a devaluar y reconoció que los salarios son miserables como consecuencia de 20 años de populismo

En una charla que duró más de 45 minutos y que tuvo lugar en Casa Rosada, habló sobre el plan que tenía para dolarizar y contó porqué decidió no implementarlo: “Nosotros teníamos una estrategia para dolarizar que era tomar los activos del Banco Central contra el Gobierno Nacional. Esos títulos pasarlos a mercado y hacernos de dólares... Y la realidad es que hubiera funcionado a la perfección porque cuando nosotros llegamos, los títulos argentinos estaban en 18 dólares y hoy están en torno a los 54”. Y se explayó: “Hubiera sido una gestión muy exitosa, pero dada la construcción del sistema político argentino, lo intelectualmente deshonestos que son los políticos, es muy probable que si yo hubiera hecho esa operación a precio de mercados, la política hubiera dicho que ahí hubo una estafa. Nos hubieran acusado de un negocio turbio y nos hubieran mandado a la cárcel”.

Además de asegurar que “no tiene sentido” realizar una nueva devaluación, el presidente ratificó su intención de "eliminar el Banco Central” al considerarlo “una discusión de índole moral”. En ese sentido, explicó que “en la medida en la que se vaya reconstruyendo la solvencia del Banco Central, la tasa de inflación bajará”.

Por otro lado, el economista hizo mención a la problemática de lo bajo que se encuentran los salarios en Argentina y reconoció que son “miserables”, pero no por culpa del actual oficialismo, sino como una consecuencia de “20 años de populismo”.

Más allá de expresar que su objetivo final “es tener niveles de libertad económica como los de Irlanda”, y de reconocer que en diciembre de 2025 enviará “las reformas” que no le permiten pasar ahora y que mandará las 3.000 que tiene “pendientes”; Milei advirtió que el aumento en las tarifas recién comenzó y que el sendero de recalibración en el que ha entrado el país “demandará al menos tres años”.